Deliciosa crónica querido Juan. Siempre sentí curiosidad hacia el nombre de esa calle vecina al hogar natal, a esta casa-palacio tan tristemente deteriorada y al barrio que la acogía. Muy cerca de allí vivían, además, unos primos hermanos con los que compartí no pocos momentos agridulces de la infancia y la primera adolescencia. Siga compartiendo con nosotros tanta sabiduría como atesoras. Un fuerte abrazo Rafael Arauz
Deliciosa crónica querido Juan. Siempre sentí curiosidad hacia el nombre de esa calle vecina al hogar natal, a esta casa-palacio tan tristemente deteriorada y al barrio que la acogía. Muy cerca de allí vivían, además, unos primos hermanos con los que compartí no pocos momentos agridulces de la infancia y la primera adolescencia.
ResponderEliminarSiga compartiendo con nosotros tanta sabiduría como atesoras.
Un fuerte abrazo
Rafael Arauz