¿ RECUPERAR LA TORRE NUEVA ? Por Juan Antonio Fierro Cubiella
Se suele afirmar que La Torre Nueva de Zaragoza fue uno de los mejores exponente del arte mudéjar aragonés. Estuvo situada en la Plaza de San Felipe donde se levantó en 1504, lugar en el que permaneció hasta que en a finales del siglo XIX se demolió por razones poco claras que dividió a la sociedad de entonces. En el trasfondo se suele apuntar a llamativos intereses aburguesados de índole particular
“Sencillamente su delito era el proyectar sombra contra, un comercio de tejidos, obstaculizando, en cierto modo la buena marcha del negocio” .Entre sus más acérrimos defensores estuvieron los hermanos Anselmo y Pedro Gascón de Gotor, quienes consiguieron la movilización ciudadana y el apoyo de 3.850 firmas para que fuese declarada Monumento Nacional, después de la creación de una Asociación para su defensa que se reunió en el Teatro Goya. Pero abandonada de las instituciones que la debían proteger aquellas reclamaciones que no surtieron efectos y finalmente en 1892 se comenzó su derribo.
Aquel hecho dejó secuelas en el subconsciente colectivo de la ciudad que desde entonces viene proponiendo periódicamente su reconstrucción, para no perder aquel referente histórico-artístico y cultural. Proyecto que se constata después de su derribo, y años después con ocasión de la Conmemoración del Primer Centenario de los Sitio en 1908-09, luego se retoma en 1920, 1927 y en 1947. La historia de aquella construcción lo recoge D. Alberto Serrano Dolader en su trabajo La Torre Nueva de Zaragoza (1989); y que resumen el programa de las fiestas del Pilar de 2005 con el título 500 años de la Torre Nueva. Un antecedente a resaltar dentro de este contexto fue la constitución el 2 de junio de 1987 de la Asociación Torre Nueva presidida por D. Miguel Caballú. Éstos fueron los “Gascón de Gotor” a finales del siglo XX que recogieron aquel latente sentimiento de reconstrucción de la emblemática torre para 1992 con ocasión de la conmemoración de su demolición y del V Descubrimiento de América. Otras iniciativas en este sentido la planteamos para la Expo del 2008, o más recientemente el 28 de febrero pasado ante el Excmo. Ayuntamiento.
La gran dificultad para hacer realidad esta reconstrucción es la adecuación con las Leyes del Patrimonio Histórico, tanto la nacional como autonómica. El espíritu de estas normas va dirigido a construcciones con restos aún en pie, de ahí los concepto empleados relativos a la restauración y a diferenciar del original las partes añadidas. Pero nada se recoge o detalla sobre edificios desaparecidos, ni se citan conceptos como clonar o reconstruir, donde nada se puede resaltar del original pues ya no existe.
Los ejemplos de edificio reconstruidos son a numerosos, siendo uno de los más llamativos el Campanille de la Plaza de San Marcos en Venecia, o el conjunto de la ciudad alemana de Dresde donde continúan con este tipo de trabajos. En España resaltamos el Alcázar de Toledo es uno de lo mayores exponentes y nos podríamos cuestionar qué hubiera con la Basílica del Pilar si hubiera sufrido algún daño con las bombas que intentaron destruirla el 3 de agosto de 1936 ¿Nos hubiéramos opuestos a su reconstrucción?¿podríamos pensar en un Zaragoza sin este Santuario?. Ello sin olvidar la reconstrucción del Teatro del Liceo en Barcelona, o el caso más cercano el terremoto de la ciudad de Lorca, donde vimos en directo el derrumbe de una torre campanario. ¿se negará su reconstrucción?
Cada caso debe tratarse de forma individual sin olvidar cuando se trate del patrimonio el componente sentimental y humano. Características todas que coinciden en la Torre Nueva donde además existe abundantes datos documentales y gráficos. Su reconstrucción junto a los cimientos originales serviría para ponerlos en valor siendo un caso similar al Monumento del Sagrado Corazón en el Cerro madrileño de los Ángeles.
Foto: La Torre Nueva: Óleo de Gonzalvo (Colección Morales-Madrid).
2 comentarios:
Soy Dani, zaragozano, y vivo en Madrid desde hace 4 años.
A mí, el tema de la Torre Nueva me ha obsesionado desde hace tiempo… como Los Sitios, Caesaraugusta, El Reino de Aragón, Los Fueros y los Decretos de Nueva Planta etc, etc, etc… soy médico, pero me apasiona el Arte y la Historia.
Está claro, que ha habido decenas y decenas de pérdidas en Zaragoza en cuanto a patrimonio histórico artístico se refiere… pero como en otras ciudades, supongo… aunque tengo la impresión… y no es por ser de aquí… que en esto, lamentablemente ganamos un poco a los demás…
Sólo conozco en España, la locura de una autodestrucción tal en Ciudad Real y quizá en Madrid… y digo autodestrucción, porque una cosa es que una calamidad te arrebate un monumento y otra es que tú mismo te lo cargues.
De todas esas pérdidas, destacaría el claustro del Monasterio de Santa Engracia y por supuesto, la Torre Nueva.
La Torre Nueva, sería EXCLUSIVA de Zaragoza… Hoy día, se levantan rascacielos en cualquier ciudad o pueblo… pero, rascacielos sin identidad, que podrían plantarse en Castellón o en Chicago indistintamente… Ya que existe tanta controversia ante la posibilidad de reconstruir una réplica exacta de la Torre Nueva, propongo que el primer rascacielos que tenga la ciudad, sea una inspiración de la Torre Nueva… aunque sea una reproducción a escala aumentada por 2 o 3 de la misma… con inclinación y todo. Un rascacielos único en el mundo, cargado de espíritu, representando lo más alto y lo más bajo del pueblo aragonés. El paradigma del mudéjar , para inspirar una nueva época dorada de la capital aragonesa.
Quizá en la zona de la Romareda, o en el solar de El Portillo… para no restar protagonismo a nuestro salón, a las torres de La Seo y El Pilar.
Sería el broche de oro para esta época que está viviendo mi ciudad, donde la veo más bonita que nunca… tengo 28 años, pero recuerdo que cuando era un adolescente, no presumía de ciudad con mis amigos de Barcelona, San Sebastián o Sevilla… no sabía verla, pero es que tampoco se dejaba… ahora sí, a pesar de las innumerables pérdidas, la que fue capital del Reino de Aragón, sigue siendo bella, aún con todo… tuvo su siglo de oro, el XVI, y luego una eterna decadencia… hasta ahora, hasta el siglo XXI. Tras volver a crecer en el XX, se quita el polvo, se reinventa y espero, que se construya, la Nueva Torre Nueva.
Ojalá se reconstruya y corrijamos este grave error del pasado
Publicar un comentario